¡JUNTOS VAMOS A RECUPERAR EL SALVADOR! ¿PARA QUÉ? Y ¿PARA QUIÉN?

¡JUNTOS VAMOS A RECUPERAR EL SALVADOR! ¿PARA QUÉ? Y ¿PARA QUIÉN?

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El partido ARENA fue, y sigue siendo, una corporación que franquicia (al mejor estilo mercantil), el gobierno a los grupos económicos dominantes. A las élites, a esas famosas familias conocidas como la oligarquía criolla.

Con la llegada de Calderón Sol a la presidencia en 1994, se da un cambio de timón y una restructuración en cuánto a los nuevos beneficiarios del gobierno.  No es que Cristiani y su grupo de amigos no seguirían ganando millones a costa del Estado salvadoreño.  No, eso seguiría igual.  Pero nuevos personajes accederían a las cuentas del Estado salvadoreño.  Juan Jose Domenech, un modesto empresario salvadoreño, logró el codiciado puesto de presidente en  la estatal empresa de comunicaciones ANTEL, y por consecuencia consiguió quedarse con las jugosas comisiones que ya habían negociado Suster y Cristiani por la exclusividad en las llamadas internacionales con ATT.  Había llegado la hora de convertirse en el nuevo millonario de turno. Domenech se ganó la confianza de Calderón Sol y escaló en el mundo empresarial y político. Fue designado como el nuevo director del COENA y su empresa, La Despensa de Don Juan, consiguió  una expansión imposible de explicar si no es por qué estaba financiada con dinero  y favores que provenían del Estado salvadoreño.

Al presidente, como no podía ser de otra manera, le fue muy bien con la presidencia (patrimonialmente hablando). Compró sendas haciendas en Costa Rica y posicionó a su hermano, Tomás Calderón, como el brazo financiero de la familia.

Y es por eso quieren regresar.  Por eso sueñan con volver a tener al Estado como banco o donante para sus empresas.  O lo que es aun todavía más importante para el partido ARENA:  para tapar las ilegalidades, caprichos, pleitos y discusiones que provoca el poder.


Porque así como es abajo es allá arriba.  No hay mayor diferencia con la novela que vive el pueblo; salvo el cambio de apellidos y locaciones.  Por lo demás, todo se desarrolla igual: hay intrigas, envidias, romances, pleitos y asesinatos.  Pero esos casos nunca salen en los periódicos.  En cambio cualquier situación penosa que vive un pobre, es primera plana.

¿Se recuerdan del sonado caso de Katya Miranda? ¿La niña que fue asesinada durante la semana santa de 1999 mientras vacacionaba con su familia?  Seguro que nadie te contó lo siguiente:

Edwin Miranda (papá de Katya) era el escolta privado de Elizabeth de Calderón, la primera dama, con quien Edwin tuvo un romance que a la larga fue del conocimiento del Presidente Calderón Sol.  Ante esa situación se desarrollan los hechos que desembocan en el asesinato de Katya Miranda.  Esto tiene una relación DIRECTA con toda la cadena de protección que brindó la policía, incluyendo al propio tío de Katya, Godofredo Miranda, destacado en la PNC, y también guarda relación con la invaluable ayuda que prestó el fiscal de turno, Belisario Artiga, para contaminar la escena del delito y desviar la investigación de los verdaderos responsables.


Otra novela con las mismas características: Intriga, amor prohibido, asesinato, uso de la PNC, encubrimiento, protección e impunidad, se evidenció en la muerte del joven Adriano Villanova. ¿Lo recuerdan?  Adriano era un joven que vivía en una de las quintas de los Planes de Renderos, y fue encontrado sin vida y con evidentes señales de tortura y golpes por todo el cuerpo. Delincuencia común, dijeron los medios de comunicación. Pero no fue un asesinato “común”.  Resultó que por ese caso fueron procesados varios policías destacados en la delegación de Panchimalco.  Pero eso fue lo que nos contaron... ¿Saben quién estaba detrás de la orden?  ¡Bingo!  Rodrigo Ávila, que en esos días era el director de la PNC y el cual recibió el encargo por parte de una de las mujeres de D'Aubuisson, con quién Villanova sostenía relaciones sentimentales.  Esa es la verdad.  La muerte de Adriano se debió a un crimen pasional.

Pero los ricos no matan como los pobres.  No toman un cuchillo o un arma de fuego y ejecutan personalmente el crimen.  No, los ricos y poderosos encargan los asesinatos.  Utilizan al Estado para que les resuelva sus novelas.  La mujer de D'Aubuisson solicitó a Rodrigo Ávila para que le ayudará a resolver sus problemas pasionales; Rodrigo Ávila acepta y da la orden a la delegación de Panchimalco; la orden se ejecuta; las cosas no salen bien y entonces hay que presentar a los medios a algunos involucrados (misma figura utilizada en el circo que resultó ser el juicio contra los militares en el caso de los jesuitas).

Para eso se utilizaba el Estado bajo la derecha retrógrada, para ejecutar caprichos (asesinatos). ¿Recuerdan el grupo de exterminio conocido como la Sombra Negra?  Un grupo que, en teoría, aplicaría la filosofía del “rifle sanitario”, o sea deshacer todo lo que no sirviera en la sociedad.  Bueno, esa filosofía fue desarrollada y ejecutada desde la Policía Nacional Civil.  Ese era el modelo de seguridad paralelo, oscuro obviamente, para disminuir los índices de criminalidad: realizar ejecuciones sumarias.  El encargado de esta operación fue Ricardo Meneses, quien con los años llegó a ser Director de la PNC.  Esa operación contaba con el aval y asesoría de Rodrigo Ávila, y además contaba con la venia y complacencia del presidente Armando Calderón Sol y de Hugo Barrera.

¿ENTIENDES AHORA PORQUE QUIEREN RECUPERAR EL SALVADOR?

Ellos buscarán por todos los medios apoderarse una vez más de la cuenta del Estado y de la fuerza pública para ejecutar sus deseos.  Buscan de nuevo la gallina de los huevos de oro y la tapadera para sus enfermizos caprichos.

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