LA HIPOCRESÍA DE LOS MAFIOSOS

LA HIPOCRESÍA DE LOS MAFIOSOS

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El ALBA tiene intereses políticos y está apoyando al partido FMLN en abierta oposición a las leyes de la república, dicen los testaferros de la ANEP. Es una doble moral y una flagrante hipocresía porque todos los grandes empresarios de este país miembros de esta gremial, de la Cámara Salvadoreña de Comercio y de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), comparten intereses económicos y políticos a favor de Arena.

Lo han hecho a través de los años con el Pro Patria del dictador Maximiliano Hernández Martínez; con el PRUD de Osorio y compañía, con el PCN y ahora con Arena. La oligarquía funda y patrocina partidos políticos para que le administren el Estado, así como por mucho tiempo ocupó a la fuerza armada y a los cuerpos policiales como sus particulares instrumentos de control y represión contra el pueblo.

Los presidentes de la república se elegían en los cuarteles, en el Estado Mayor, y luego la oligarquía y la embajada de los Estados Unidos decidían quien sería el candidato. Tenían bajo su control toda la maquinaria electoral, los recursos del gobierno y las autoridades locales. Aquí en este país de contrastes y milagrerías era un caso muy raro ver a un alcalde de la oposición, en su totalidad eran del partido oficial.


Igual con los gobernadores, con los jueces, los directores de las escuelas y de las unidades de Salud. La militarización de la sociedad era completa, pues en puestos ejecutivos de los bomberos, de la ANDA, la CEL, ANTEL, la CEPA, el Seguro Social y paremos de contar, estaban militares, eran administradores, expertos en agua, en telecomunicaciones, en economía, medicina y puertos y aeropuertos.

La “gran empresa” se lucraba de todos esos ministerios e instituciones autónomas, “ganaban” las licitaciones y hacían toda clase de negocios con el gobierno, desde los más sucios a los más asquerosos; no por gracia divina, los delfines de la oligarquía ocupaban puestos claves en esos regímenes para conocer el funcionamiento del Estado. Así Roberto Murray Meza, Carlos de Sola, Ernesto Gutfreund, y muchos más “sirvieron al pueblo”, desde el Ministerio de Educación.


El testaferro que ahora encabeza la “gran cruzada” contra Alba Petróleos, es Arnoldo Jiménez, miembro de la Fundación América Libre del inútil y mafioso Francisco Flores Pérez; el otro títere Jorge Daboub, presidente de la ANEP, es hermano de Juan José Daboub, director ejecutivo de dicha fundación. Es decir, la campaña sucia, todas las maniobras políticas y de propaganda negra son dirigidas por Flores Pérez.

La campaña electoral del babieca de Quijano es patrocinada y financiada por la gran empresa. ¿Está investigando la ANEP a los Poma, los Murray Meza, los Simán, los Cristiani y otros miembros de la oligarquía, ahora conocida como el G-20? Nunca lo van a hacer, porque son ratas del mismo piñal o simplemente reciben órdenes, lineamientos, para empujar la campaña sucia. De esas familias salen millones de dólares y no unas cuantas monedas. Los judas ahora están lucen los tricolores de Arena.


La desesperación los lleva al desorden mental, a mentir y lanzar toda clase de calumnias contra sus rivales políticos. La alta dirigencia de Arena, con su asesor estrella, el inútil de Flores Pérez, se encuentran en sesión permanente, porque los apoyos económicos no les están llegando puntualmente, pues hay decepción, y amargura con el candidato presidencial, que ya se ancló en 27 puntos porcentuales y la tendencia es cada día más a la baja como lo revelan las últimas encuestas.

Es más bastiones tradicionales en el Departamento de La Libertad les han retirado su apoyo, lo mismo que los campesinos quienes ahora están agradecidos por el apoyo brindado por el gobierno. La población en sus respuestas dice no QUERER QUE ARENA RETORNE AL GOBIERNO, es igual en todos los estudios de opinión, hasta los mismos pagados por Arena. Es un hecho incuestionable, los fascistas jamás retornarán al Ejecutivo.

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