LOS CORRUPTOS DE SIEMPRE II

LOS CORRUPTOS DE SIEMPRE II

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Aquí alegremente se habla y se comenta de una súper autopista que al final salió costando casi 100 millones de dólares, cuando en la realidad su valor no superaba los $37 millones. La corrupción es madre de todas las desgracias y El Salvador no escapa a ese flagelo.

Luego un alto dirigente de Arena, Hugo Barrera, secretario de ideología (?), describe públicamente que el ex Ministro de Obras Públicas, David Gutiérrez, le había entregado al ex presidente de la república, Antonio Saca González, la pequeña cantidad de 40 millones de dólares.

Y así podíamos narrar el rosario de corrupción que caracterizó a los cuatro regímenes areneros que supuestamente gobernaron este país desde 1989 a 2009. Lo anecdótico, y hasta para Ripley, es como los corruptos se denigran entre ellos. El primero en apuntarse en la estafeta fue el ex presidente Alfredo Cristiani, quien pidió a la Fiscalía General de la República, investigar a Antonio Saca González, por el robo de 240 millones de dólares.


Se pasan la pelota o como dicho está la estafeta en las carreras de relevos, nada más que aquí hablamos de relevarse entre corruptos, de salir bien en la prueba, al final entre ellos sacarán la cuenta de sus fortunas y, por supuesto, de lo defraudado o estafado al Estado salvadoreño, es decir a los contribuyentes.

Son hasta chistosos estos señores, pues al desligarse de los escandalosos casos de corrupción, le echan la culpa a otros, los que “fueron y ya no son de Arena”, cuando la sabiduría popular claramente ha pronunciado una sentencia definitiva: la mona aunque se vista de seda, mona se queda.

O lo que es lo mismo, la misma mona con distinta cola.


Saca González fue presidente por el partido Arena, hizo sus negocios amparado a costa de sus patrocinadores, nombró sus propios funcionarios, sabía de todos los arreglos, de los desfalcos, de las licitaciones amañadas, del contrabando, del narcotráfico y de los convenios firmados con empresas internacionales para vender los bienes del Estado.

Cristiani hizo los más grandes negocios con medicinas vencidas, con fertilizantes y semillas mejoradas. También se apropió de uno de los bancos del sistema financiero, una vez que el mismo Estado se encargó de sanear la deuda de $705 millones. En su periodo también se dio el faltante de $9 millones en la CEL.

Y podíamos continuar mencionando cada uno de los desfalcos, estafas y malversaciones en las dependencias públicas. Los que ahora se tiran la piedra unos a otros y descaradamente hablan de que $40 millones se entregaron a un ex presidente, como si fueran cinco centavos o un cora, como dicen coloquialmente los salvadoreños.


“Este corrupto ya no es de Arena, está aliado con otros partidos políticos”, dicen alegremente los dirigentes areneros. Son hechores y consentidores. Reos confesos, descarados y sin el mínimo de pudor.

Si la Fiscalía General de la República no procede, pues el juicio de la población ya dictó sentencia. La misma Corte de Cuentas está investigando actualmente al candidato presidencial de Arena: el señor Quijano tiene que responder por más de 583 mil 208 dólares.

Esta cantidad fue tomada abusivamente de los fondos FODES en 2010 y 2011, y por lo cual fueron “llamados a responder por este reparo en grado de responsabilidad conjunta”, es decir, que Quijano y su Concejo deberán reintegrar tal cantidad a las arcas municipales.

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