Su doble moral, su cinismo e hipocresía van de la mano con su voracidad y ambición desmedida, porque jamás han dicho esta boca es mía para señalar las prácticas monopólicas que por años han desarrollado las familias burguesas y oligarcas de este país. Para nadie es un secreto que Alfredo Cristiani y sus huestes, filibusteros y piratas, tienen inversiones en distintos negocios, ramificaciones en Centro América y otros lugares del Caribe.
Cristiani es dueño de cementerios, de empresas arroceras, importador de insumos agrícolas, de medicinas, exportador de café, distribuidor de alimentos, y paremos de contar, porque hasta unos cuantos años también poseía bancos y compañías aseguradoras. Todos sus compinches están metidos en turbios negocios, incluso son parte de esos 453 empresarios que adeudan más de 450 millones de dólares al fisco como ha denunciado el Ministro de Hacienda, Carlos Cáceres.
Si los militantes de Arena, mercenarios y testaferros incrustados en la cúpula de la ANEP quieren colaborar con la Corte de Cuentas, la Fiscalía General de la República y la Superintendencia de Competencia, también deben investigar a otras familias de la oligarquía, como los Poma, los Murray Meza, los Zablah, los Dueñas, los Mathies Hill, quienes son propietarios de empresas inmobiliarias, de fábricas de productos alimenticios, de financieras, distribuidoras de automóviles, ventas de repuestos, maderas, ferreterías y cantidad de negocios.
Como Alba Petróleos no forma parte de su círculo de mafiosos, no se ha sometido a sus reglas ni les ha pedido permiso para operar en el mercado (por cierto son hipócritas e infames porque hablan de reglas claras y de libre mercado, pero nada más para ellos y no para otros nombres y apellidos) ponen el grito en el cielo y los acusan de prácticas monopólicas. Cuando estos testaferros de la ANEP viajaron a Washington para boicotear el compacto del FOMILENIO II, los grandes capitalistas y burgueses no dijeron nada y, por el contrario, retornaron al Foro Económico Social promovido por el gobierno, porque saben que la construcción de una autopista en la zona costera significa la venta de sus materias primas, equipos y unidades de transporte. ¡Son simplemente razas de víboras!
A este gobierno lo acusan de no respetar las reglas del juego, de enfrentarse constantemente a la empresa privada y de no promover la inversión nacional e internacional, lo hacen porque no fue puesto por la oligarquía y no se somete a sus intereses económicos. “No tiene horizonte”, claman a los cuatro vientos, claro precisamente porque no acepta presiones, y han quedado en el pasado oscuro de Arena las licitaciones amañadas, el narcotráfico, el contrabando, el crimen organizado y la evasión y elusión fiscal.
Los que siempre estuvieron acostumbrados a administrar el Estado como su particular hacienda, ahora resienten la “falta de oportunidades”, los negocios turbios y todo lo que significaba hacer grandes negocios a costa de la explotación inmisericorde de las mayorías poblacionales. Si las empresas Alba fueran de su propiedad, los testaferros de la ANEP jamás hubieran dicho nada o encontrado resonancia en el matutino de Arena conocido como El Diario de Hoy.
En este país hay muchos antecedentes de golpes de Estado contra presidentes que intentaron hacer cambios cosméticos en la estructura económica o en la tenencia de la tierra, bien recordamos cuando Arturo Armando Molina declaró que no darían ni un paso atrás en la Reforma Agraria; pero nada más unos cuantos oligarcas “le llamaron” la atención para que esa su famosa frase se convirtiera en cientos de pasos atrás. Los burgueses han puesto los mandatarios y han mandado en este país, por eso la fuerza armada y los cuerpos policiales siempre fueron conocidos como su instrumento de represión.
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