Desde luego, fue una forma de relacionar la corrupción de ambos personajes y de recordar como siendo funcionarios se aprovecharon para cometer los delitos. En el fondo, existe una gran verdad: los altos dirigentes y patrocinadores de Arena han contribuido a esconder y luego sacar del país al mafioso de Flores Pérez. Por eso nunca lo expulsaron de este partido fundado sobre los cadáveres de miles de salvadoreños asesinados por los Escuadrones de la Muerte.
Y tiene sentido y base suficiente el decir que se encuentra en Panamá, pues en este país vive la ex presidenta Mireya Moscoso, quien en su momento recibió de Flores Pérez un millón de dólares para dejar en libertad al terrorista Luis Posada Carriles, íntimo amigo y compinche de fechorías del hombrecito sin escrúpulos llamado Francisco Flores Pérez.
Los días, las semanas y los meses van pasando y las autoridades judiciales correspondientes, sobre todo la Fiscalía General de la República y el Juzgado Primero de Instrucción, no han dicho nada sobre las diligencias seguidas. Por el contrario han decretado una reserva total para evitar que la prensa mantenga informada a la población, en abierta contradicción con el Código Procesal Penal, que si bien acepta la veda, no impide a los periodistas investigar y conocer de la marcha del proceso judicial.
Flores Pérez debe ser perseguido hasta el último lugar de la tierra, no basta con la alerta roja y la búsqueda de la policía internacional conocida como Interpol; las autoridades policiales del país deben hacer lo propio por razones de justicia y responder a los requerimientos de la población salvadoreña afectada por el robo de más de $70 millones, de acuerdo con los mismos datos proporcionados por el gobierno de Taiwán.
El amigo de Flores Pérez, el fiscal Luis Martínez, únicamente encontró tres delitos para decretar la orden de captura: enriquecimiento ilícito, peculado y desobediencia a particulares. En cambio la Comisión Especial de la Asamblea Legislativa, basada en una cuidadosa investigación, revisión de documentos y entrevistas a distintas personas, entre ellas, ex funcionarios del gobierno del prófugo, detalló otros casos como cohecho, posible lavado de dinero, malversación de fondos y evasión de impuestos.
El documento Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS) enviado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos a la Fiscalía Salvadoreña pedía investigar una posible evasión de impuestos y lavado de dinero; asimismo, la FGR recibió hace un mes dos sobres lacrados enviados por los gobiernos de Costa Rica y las Bahamas, donde se detalla una posible transacción de cuentas bancarias, pues es conocido que los cheques recibidos por el mafioso Flores Pérez, fueron entregados en Nueva York, luego enviados al Banco Cuscatlán de Costa Rica, una vez endosados (¿por quién?) se remitieron al Banco Internacional de Miami y de aquí a su destino final en las Bahamas.
El propio Flores Pérez, cínicamente confesó ante la Comisión Especial de la Asamblea Legislativa haber recibido más de $20 millones, dinero que fue entregado “en saquitos” a los “destinatarios”, cuyos nombres y direcciones se desconocen. Los diputados tienen la sospecha de que hay más personas, sobre todo ex funcionarios de Flores Pérez, involucrados en el más grande caso de corrupción de la historia reciente del país.
De hecho, en el gobierno del presidente Mauricio Funes, se presentaron a la FGR más de 160 expedientes de corrupción, de los cuales únicamente la malversación de fondos en la construcción de cuatro hospitales y en el proyecto nada más diseñado de la entonces conocida calle Diego de Holguín, así como en la venta ilegal de activos de la CEL a la empresa italiana ENEL Green Power, están en fase de investigación y judicialización. Hay dos hechos más, Correos de El Salvador e ISTA, en los cuales ya hay ex funcionarios de Arena procesados y condenados.
La población salvadoreña espera que Flores Pérez sea capturado, esposado y traído al país para ser procesado. Es lo menos que se puede hacer contra un mafioso y corrupto, hipócrita y cínico. En cualquier lugar del mundo donde se encuentra, su conciencia no lo dejará tranquilo y las continuas pesadillas no le permitirán tranquilidad por el resto de sus días.
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